30 de Abril 2013
EL CIELO EN LA TIERRA
Habla la Gente Pequeña:
Queridos hermanos de la
superficie. Los saludamos con nuestro amor y gozo incondicional de cada día,
abrazando vuestros corazones en estos momentos de metamorfosis. Somos la Gente
Pequeña. Somos aquellos que ustedes llaman gnomos, enanos, duendes y tantas
otras denominaciones que se refieren a nosotros y que están impregnadas de
misterio, simbolismo y mitología. Nosotros realmente somos pequeños, pero
existe una amplia variedad de tamaños. Según algunas de sus
clasificaciones, el tamaño máximo que
determina que seamos gnomos es de 60 centímetros. A partir de esa medida
llegamos a tamaños casi microscópicos, pero al igual que ustedes, nosotros,
quienes les hablamos, somos autoconcientes y nos damos cuenta de que somos
parte de todo, unidos, nunca separados. Estamos individualizados, pero no
desfragmentados. Somos tan parecidos a ustedes. Vivimos en familias, en clanes
y comunidades, y nuestra sociedad, para que ustedes comprendan, no tiene
jerarquías. Una energía natural y fluida nos mueve siempre, en todo momento,
sin importar que actividad estemos realizando. Comúnmente, nuestra vida diaria y cada cosa que
ejecutamos, la llevamos a cabo envueltos en la atmósfera de alegría y una
exquisita convivencia festiva, muchas veces muy risueña. En nuestros trabajos,
como lo llaman ustedes, que para nosotros es la Obra, nos precede la atmósfera
del ritual. Es decir, sabemos lo que estamos haciendo, y lo hacemos presente en
el ahora eterno.
Mencionamos el concepto
“sociedad” y queremos plantearles una nueva perspectiva, porque ustedes,
nuestros hermanos y hermanas de la superficie, están comenzando a construir una
nueva tierra con nuevos paradigmas, mientras los antiguos sistemas de creencias
se desestabilizan y caen. Nosotros vemos lo que sucede, a veces en nuestros
cristales holográficos y otras veces en los lugares donde el velo es muy, muy
tenue. También existen gnomos en la superficie, pero habitan sitios muy inhóspitos
o lugares boscosos que están realmente vírgenes y donde, en contadas ocasiones,
han visto y contactado humanos. Ellos nos traen noticias de la superficie,
haciendo lecturas electromagnéticas de la atmósfera de la tierra. Nos comunican
como se van desarrollando los eventos de vuestra evolución y los hechos mas
relevantes que tienen relación con el ecosistema, la explotación de recursos y
el comportamiento de vuestra sociedad como una gigantesca entidad de la cual
ustedes son sus células.
Vemos como se aceleran los
cambios y la gran amalgama de cosas que suscita vuestra vida en la superficie.
Nos encontramos muchas veces con un factor que los retiene en ciertas
limitaciones, e impide vuestro fluir natural con la vida. Ustedes crearon sus
ciudades y su forma de vida. Muchas veces quieren cambiarla y se sienten
culpables de no poder hacerlo. Pero nosotros les decimos, amados, ustedes son
dioses en evolución a punto de despertar. “A punto” porque faltan muchos
ajustes. Pero son los creadores de todo aquello que consideran bueno y malo.
Ustedes están trayendo el cielo a la tierra, porque vemos claramente que se han
superado enormemente. Nosotros vemos vuestros logros que son los cimientos de
una nueva sociedad, una nueva forma de vivir, una economía nueva y esto es
gracias a que han logrado zafarse de muchas limitaciones. Han hecho tanto
dentro de ustedes mismos. Cuando están abatidos y sienten temor, o tienen las
emociones convulsionadas, les decimos, no tengan culpa de sentir, pero
asegúrense de regresar a vuestro punto de equilibrio. Están purificándose,
porque son poderosas antenas. Ustedes están trayendo el cielo a la tierra, y se
empiezan a ver esos cambios en vuestra sociedad, aunque no lo noten.
Amados hermanos, todos ustedes
son vuestra sociedad, y queremos entregarles nuestra visión; si quieren
cambiarla, lo único que deben cambiar es a ustedes mismos, y deben empezar por
vuestras emociones, vuestro niño interior. Háganlo con alegría,
abrazando lo que son, dando gracias por lo que tienen y lo que han logrado. Y
si tienen que sufrir un poco mas, pues vé a tu rincón en la naturaleza y llora.
Luego regresa a tu centro y sonríe, porque todos tienen la misma oportunidad
minuto a minuto, traer el cielo a la tierra. El corazón es el cielo, el vientre
es la tierra. El sentimiento es el Maestro, la emoción es el Niño interior. La
sonrisa es el resplandor que trae el cielo a la tierra y los fusiona en un
presente eterno. Dejen que la polaridad se despolarice, permitan que la energía
femenina se arraigue. Ya pasaron los momentos mas agitados.
Amados hermanos, los amamos
profundamente. Les recordamos que la vida es un juego y aunque no te la creas del todo,
disfrútala, porque es ficción y tu
escribes el libro. Ve a la Naturaleza y respira profundo.
La Gente Pequeña
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