Entrenar la Imaginación

ENTRENÁNDOSE EN IMAGINAR

Habla la Gente Pequeña:

Queridos hermanos de la superficie. Los saludamos con nuestra alegría de ser, reconociendo la esencia interior semi velada que ustedes llaman “niño interior”. Amamos profundamente esa faceta de vuestro ser, porque aunque sean adultos o ancianos siempre estará viva esa esencia en ustedes, aunque esté oculta por vuestros condicionamientos y programaciones.

Somos vuestros hermanos, las Pequeñas Personillas, lo que ustedes llaman en sus cuentos e historias, los gnomos. Ustedes nos designan asi, pero somos muchísimo mas de lo que un término genérico pueda significar. Hay tantas razas y tipos distintos de gente pequeña que no terminarían de clasificarlos en una eternidad, porque no solamente hay en vuestra tierra, también hay gente pequeña en otros sistemas, en otros planetas iguales o muy similares al vuestro.

Traemos un recordatorio para ustedes: Si ustedes son dioses evolucionando en la materia, la primera cualidad que los asemeja a lo que ustedes llaman deidad, dios, o como sea que lo llamen, es LA IMAGINACIÓN. Es la herramienta básica, el cincel del escultor, o el lápiz del dibujante. La imaginación es la varita mágica, la pantalla holográfica en el lóbulo frontal de vuestros cerebros en donde crean con luz las imágenes que luego proyectarán en la ilusión, el espejo de la realidad,  fuera de sus cuerpos,  para ser experimentada con sus sentidos. Imagínalo! Como si tuvieras un proyector de imágenes en la frente, como la linterna de un minero en su cabeza, lo ves? Es el primer elemento que surge después del deseo, el anhelo de crear algo, el impulso del alma de vivir algo especifico.

De modo que algo sucede en vuestro mundo, vuestra cultura y sociedades. Y es que colectivamente aceptaron vivir una realidad orientada a lo artificial. Y nos referimos especialmente a lo que ustedes llaman televisor. Experimentan fuera de ustedes la imaginación, solo que, como contiene la dualidad y todo el espectro de creaciones humanas, hay mucho de todo y principalmente lo que esta orientado al control para el consumo. Esto no es bueno ni malo, es una experiencia de aprendizaje que ustedes aceptaron. Pero deben considerar esto. Vuestra Imaginación es muy poderosa y la tienen DENTRO de sus cabezas. Han llegado al punto en el que muchos de ustedes son aturdidos por ese aparato que nosotros podemos ver como una caja que dipara colores repetitivamente. Desde nuestro lado del velo se ven como si esas luces los hipnotizaran y con vuestra atención generan las emociones, poderosas emociones que va dictando vuestra caja.

Les repetimos; no es ni malo ni bueno. Nada ni nadie los juzga. Solo les recordamos que vuestra imaginación esta DENTRO. DENTRO de ustedes y ahora deben empezar a entrenarla. Asi es, ejercitarla. Asi es que pueden ir a sentarse allí en un sillón y ver su caja que dispara colores y ruido hertziano, pero tómense unos minutos para olvidar todo e IMAGINAR. Asi es que les vamos a describir algunos sitios bajo tierra, que son nuestro hogar. Y como no lo han oído antes ustedes crearán las imágenes en vuestra mente. Eso los ayudará a ejercitar la imaginación.

“Ustedes han entrado a una cueva. Notan que hay una pendiente en el piso de esta cueva y divisan una ténue luz al fondo. A medida que avanzan sienten el olor tibio y húmedo de la roca, el aire parece inmóvil y la presión de la montaña sobre ustedes les permite sentir los latidos de vuestro corazón. Cada vez se acercan mas a esa pequeña abertura y notan el resplandor suave de una luz difusa, violeta y verde, anaranjada y blanca, la cercanía les hace sentir una calma y tranquilidad inconmensurable. Cuando llegan a la abertura en la roca, se asoman y contemplan una gigantesca cápsula, tan amplia que no se puede ver el techo de esta estructura, solo las colinas rocosas a los costados y un camino que se dirige siempre hacia abajo, como internándose en un valle. La luz no parece venir de ninguna fuente especifica. Es como una niebla suave autoluminosa. Comienzan a bajar por una ladera escarpada y pronto se encuentran frente a dos columnas de roca blanca semi transparente, tan altas que no se puede ver donde terminan. Se difuminan en la altura. Es como una puerta y desde su centro comienza un sinuoso sendero. El suelo esta lleno de piedrecillas cristalinas de colores. Caminan sintiendo el ruido craqueloso de estas piedritas. Pronto se encuentran en medio de lo que parece un bosque de cáctus. Estos extraños cactus son de cuarzo verde y su estructura tiene perfiles rectos. Dentro de ellos habita un halo de luz amarilla muy clara que los recorre constantemente de un brazo a otro. Al avanzar notan que el sendero tiene piedras mas grandes, ordenadas como un mosaico. Levantan la vista y en los despeñaderos se divisan cientos de domos, estructuras redondeadas de mármol. Al acercarse pueden ver claramente que son casas, con puertas y ventanas ovaladas y entre ellas se despliega un interminable sistema de escaleras, pasillos y callejuelas que interconectan todo. Parecen racimos de uvas blancas aglomeradas. Mórulas con ventanitas. Ahora llegan a un pequeño mercado, todo construido en roca blanca, alabastro y cuarzo de distintos colores. Allí esta la gente pequeña, personas de cincuenta centímetros, todos y cada uno con atuendos únicos, sombreros redondeados, todos hablando amenamente, riendo mientras intercambian objetos. Se escuchan cantos y de vez en cuando pasa un músico ejecutando extraños instrumentos, mezcla de viento, percusión y cuerdas, en una estructura que parece una raíz seca. Algunos de ellos los miran, sonríen y siguen en sus actividades. Sobre tu cabeza notas que hay rocas suspendidas en el aire que brillan con una intensa luz propia. Es la luminaria característica de este lugar que es una ciudadela llamada Nukinnia. Al final de este mercado comienza un bosque con árboles tan grandes que tu cabeza se topa con tu espalda al tratar de mirar las copas. Comienza la tierra de los gigantes …”

Queridos hermanos de la superficie, vuestras mentes han creado nuevos hologramas, mientras que su razón quiere tener algo que argumentar. Pero es su niño interior el que ha visitado este sitio. Es nuestro hogar y existen cientos de sitios de belleza indescriptible que las palabras solo limitan su representación. Dedica unos minutos a cerrar tus ojos e imaginar lo inimaginable, porque es la ley en este sistema de mundos; lo que pasa por tu mente, tarde o temprano tendrás que experimentarlo.

Os amamos profundamente y recuerden, la vida es un juego. No olvides reírte al final, cuando inicies otra aventura.

La gente Pequeña